El Problema de Ser Alguien

La civilización occidentalizada, es decir, la porción de humanidad arraigada en el consumo y la depredación que se rige por los dogmas de la materia, nos ha sembrado el programa de "ser alguien en la vida", como si esto fuera una cuesta empinada que debemos esforzarnos en conquistar, como si el hecho de nacer como personas no fuera ya suficiente para merecer el status de pronombre, como si nuestras vidas carecieran de valor a menos que la justifiquemos con un inventario de objetos, de relaciones, de títulos, de cifras... Sin embargo en pocos casos en eso del "ser alguien" se toma en cuenta el inventario de talentos, de buenas acciones, de generosidades.
Pienso qué triste mundo en tan hermoso planeta, muchos luchando ferozmente por alcanzar cumbres excluyentes, a costa de pisotear a sus semejantes, perder la ética, acumulando... Y por otra parte, quienes despojados de ego procuran con tenacidad cambiar la ley de la selva por la ley del amor. Yo quiero ser nadie, fundirme en cada abrazo hasta desaparecer, enterrarme en las raíces de cada planta, compartir todo lo alcanzado, pero para el cinismo de la aparente realidad eso es ingenuidad, idealismo, utopía... Sueño.

¿Y qué guarandinga es Villa HarKâlÿa?





Villa HarKâlÿa es la red de la tejedora.

Villa HarKâlÿa es un lugar donde me caben las ideas.

Villa HarKâlÿa es un espacio fuera del tiempo y un tiempo fuera del espacio.


Ecología. Arte. Paz. Cooperación. Solidaridad. Libertad. Alegría. Cultura. Conocimiento.










Dios (texto de 1999)


Se siente un rumor en el oído, zumbido de miles de emisoras radiales a medio sintonizar, un escalofrío, un cosquilleo. Después luz y más después lo mismo. Siempre cuando no lo buscas, cuando no lo esperas y tan pronto... fugaz resplandor. Tratas de retenerlo, de saborearlo, y se va, deslizándose suave en el rumor de los ruidos cotidianos, en el frío de la mañana, el calor de la tarde, el impredecible clima de la noche. De vuelta en los ojos del cuerpo, con las neuronas a punto de cortocircuito, el corazón rápido, la mente clara que se va nublando enseguida. ¿Por qué no puedo alcanzarte para siempre? ¿Por qué seguir con la visión turbia? ¿Qué me falta aún? Siento tu presencia queriendo gritar algo con la voz de la brisa, veo asomarse tu cara en la montaña, el guiño de tu ojo en las gotas de rocío, ¿Por qué apareces ante mí si no puedo tenerte, alcanzarte? Quiero seguir viendo desde adentro de tu mirada.
¡Sálvame, elévame, de nuevo, de este vacío sácame, permanece aquí!

Libre Albedrío (texto de 1998)


Esta reflexión la tuve un día jueves de 1998, mientras caminaba por las atropelladas calles de la ciudad de Caracas:

"Libre albedrío... extraño concepto, pienso en las razones que podrían haber motivado a Dios para otorgar a su creación tal facultad y en lo contradictorio de la apariencia del mundo, en lo que hacemos los seres humanos con nuestra capacidad de elección. Me pregunto, ¿qué es realmente lo que podemos elegir? ¿Qué quiere Dios que escojamos?

Porque definitivamente, nuestra existencia debería encaminarse a la unión con Dios, pero para eso no encuentro cuál era la necesidad de separarnos... Entonces (efectos especiales de iluminación y música, por favor) comprendo que Dios no interviene en nuestra vida porque ante su mirada eterna, atemporal, omnisapiente, seguimos siendo tan perfectos como él/ella es, y luego toda la miseria del mundo no es más que el olvido de esa verdad, es lo que algunas (minorías pero muy influyentes) conciencias turbias decidieron como lo que se debe ver. Entonces si para Dios pasado, presente y futuro son un mismo tiempo y para Sus Ojos no existen las limitaciones que creemos tener, pues somos a su imagen y semejanza, y por lo tanto Divinos; quiere decir que para Dios nunca hemos salido de su seno, aún formamos parte del Cuerpo Cósmico de nuestro Universo Creador como un todo indivisible.

Ésa era la respuesta: Nunca hemos salido de Dios y el libre albedrío consiste en percatarse o no de ello, si se elige darse cuenta, se pueden manifestar las facultades de Dios en la ilusión tan sólidamente construída por la (mala) tradición y de este modo vencer la separación con la insondable sabiduría que emana de lo más profundo del Cosmos. Saber que seguimos siendo en Dios, desde siempre, sin ruptura, sin dolor, hasta siempre.

¿Indolencia o Impotencia?


Cada día me despierto con una inquietud que ni el mejor de mis optimismos logra contrarrestar, nuestro planeta azul se vuelve gris ante nuestros ojos indiferentes, los seres humanos estamos tan ensimismados con procurar nuestro comfort y bienestar que olvidamos una verdad esencial: No somos los dueños de este lugar, SOMOS PARTE DE ÉL.


Cuando cualquier órgano, glándula, célula de nuestro organismo comienza a reproducirse sin control o altera su funcionamiento de alguna manera anómala nosotros lo llamamos "enfermedad" y tratamos, con mayor o menor éxito, de eliminarla. Vista la analogía me pregunto cómo nos llamará a nosotros la Tierra, ¿cáncer, parásito, epidemia? Pues a todas luces que no nos comportamos como sus "hijos", no al menos como los de la Gran Madre.


No pienso perder el tiempo remontándome a edades doradas de la humanidad o a los albores de ninguna civilización, pues está claro que el presente es la consecuencia de la suma de decisiones individuales y colectivas de todos cuantos estuvieron antes que nosotros, sin embargo, sí creo que estamos en capacidad de influir en nuestras esferas de realidad para provocar un cambio significativo en el mediano y largo plazo.


Se ha repetido numerosas veces que en la unión está la fuerza y seguimos disgregados; se nos dice que el destino está en nuestras manos pero no nos entregan herramientas para moldearlo, sí en cambio numerosos obstáculos para alcanzar nuestros sueños... Muchas veces nuestras voces se ahogan sin llegar a ser escuchadas y lentamente vamos perdiendo nuestra humanidad, los mendigos en sus camas de cartón dejan de parecernos personas para pasar a formar parte de la mugre, los pedigüeños en los semáforos son percibidos como potenciales asaltantes, los animales domésticos son gastos y estorbos y así sucesivamente, limitando la experiencia vital a una serie de amenazas ante las cuales hay que defenderse a toda costa. Algunas veces queremos tomar iniciativas y nos quedamos desorientados y frustrados, aplastados por el peso de la burocracia y demás inconvenientes del sistema.

Finalmente lo esencial se queda atrapado dentro de los rigores cotidianos, con muy pocas posibilidades de emerger, pero no podemos dejarnos ganar por la inercia y la indolencia. La única estrategia ante la impotencia es la acción puntual, la gota de agua que horada la piedra.

¿Cuál será nuestro legado? Activemos la resistencia verde, después de todo, los nadie siempre hemos sido más.

"Los Portadores de Sueños", de Gioconda Belli





En todas las profecías está escrita la destrucción del mundo.
Todas las profecías cuentan que el hombre creará su propia destrucción.
Pero los siglos y la vida que siempre se renueva engendraron también una generación de amadores y soñadores, hombres y mujeres que no soñaron con la destrucción del mundo, sino con la construcción del mundo de las mariposas y los ruiseñores. Desde pequeños venían marcados por el amor. Detrás de su apariencia cotidiana guardaban la ternura y el sol de medianoche. Las madres los encontraban llorando por un pájaro muerto y más tarde también los encontraron a muchos muertos como pájaros. Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas y las dejaron preñadas de miel y de hijos verdecidos por un invierno de caricias.
Así fue como proliferaron en el mundo los portadores sueños, atacados ferozmente por los portadores de profecías habladoras de catástrofes. Los llamaron ilusos, románticos, pensadores de utopías, dijeron que sus palabras eran viejas -y, en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso es antigua en el corazón del hombre- los acumuladores de riquezas les temían y lanzaban sus ejércitos contra ellos, pero los portadores de sueños todas las noches hacían el amor y seguía brotando su semilla del vientre de ellas que no sólo portaban sueños sino que los multiplicaban y los hacían correr y hablar.
De esta forma el mundo engendró de nuevo su vida como también había engendrado a los que inventaron la manera de apagar el sol. Los portadores de sueños sobrevivieron a los climas gélidos pero en los climas cálidos casi parecían brotar por generación espontánea.
Quizá las palmeras, los cielos azules, las lluvias torrenciales tuvieron algo que ver con esto, la verdad es que como laboriosas hormiguitas estos especímenes no dejaban de soñar y de construir hermosos mundos, mundos de hermanos, de hombres y mujeres que se llamaban compañeros, que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban en las muertes, se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, se ayudaban en el arte de querer y en la defensa de la felicidad. Eran felices en su mundo de azúcar y vientoy de todas partes venían a impregnarse de su aliento y de sus claras miradas y hacia todas partes salían los que los habían conocido portando sueños soñando con profecías nuevas que hablaban de tiempos de mariposas y ruiseñores en que el mundo no tendría que terminar en la hecatombe. y, por el contrario, los científicos diseñarían fuentes, jardines, juguetes sorprendentes para hacer más gozosa la felicidad del hombre. Son peligrosos —imprimían las grandes rotativas Son peligrosos —decían los presidentes en sus discursos Son peligrosos —murmuraban los artífices de la guerra. Hay que destruirlos —imprimían las grandes rotativas Hay que destruirlos —decían los presidentes en sus discursos Hay que destruirlos —murmuraban los artífices de la guerra. Los portadores de sueños conocían su poder y por eso no se extrañaban y también sabían que la vida los había engendrado para protegerse de la muerte que anuncian las profecías. Y por eso defendían su vida aun con la muerte. y por eso cultivaban jardines de sueños y los exportaban con grandes lazos de colores y los profetas de la oscuridad se pasaban noches y días enteros vigilando los pasajes y los caminos buscando estos peligrosos cargamentos que nunca lograban atrapar porque el que no tiene ojos para soñar no ve los sueños ni de día, ni de noche. Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de sueños que no pueden detener los traficantes de la muerte; y por doquier hay paquetes con grandes lazos que sólo esta nueva raza de hombres puede ver y la semilla de estos sueños no se puede detectar porque va envuelta en rojos corazones o en amplios vestidos de maternidad donde piesecitos soñadores alborotan los vientres que los cargan. Dicen que la tierra después de parirlos desencadenó un cielo de arcoiris y sopló de fecundidad las raíces de los árboles. Nosotros sólo sabemos que los hemos visto Sabemos que la vida los engendró para protegerse de la muerte que anuncian las profecías.

El Surgimiento de las Alas


Muchas veces queremos evolucionar sin asumir las consecuencias, queremos mejoras en nuestras finanzas, nuestra comodidad, en nuestro físico, calidad de vida que llaman... por eso proliferan los automóviles, las cirugias plásticas, los electrodomésticos, las corporaciones, las transnacionales... por eso aumentan los urbanismos y las deforestaciones... sin embargo la humanidad parece estar cada día más infeliz, no más satisfechos que el campesino medieval temeroso de guerras, pestes y otros apocalípticos escenarios; si quitamos toda la parafernalia estamos igualitos, desconcertados ante el origen y el fin del universo, muy conectados pero muy solos, con muchos aparatos pero sin tiempo para vivir...

No tengo una fórmula para solucionarlo, pero de un tiempo a esta parte simplemente trato de asumir la responsabilidad de mis acciones y de contrarrestar mi consumo ambiental, quizás es un aporte insignificante, pero me ha dado la conciencia para alcanzar algo de paz en medio de tanto caos y sobre todo me ha otorgado la inspiración y la fuerza para asumir un compromiso de vida que canalizo a través del arte y la creación, en conclusión, creo que debemos estar dispuestos a sacrificar una parte de nuestro beneficio personal en nombre de algo mucho mayor. La oruga es una plaga en los campos y la mariposa es una bendición, pero no puede existir sin atravesar su estado larvario. Construyamos nuestras crisálidas para evolucionar. El dolor parirá la belleza. Creo que es hora del surgimiento de las alas, del despertar de los Nuevos Hijos de la Tierra

Abstracción del Amor


Este texto lo escribí cuando tenía 16 años, recientemente lo encontré y creo que a pesar de su estilo adolescente vale la pena rescatarlo:


"La esencia del Amor es la Libertad. Donde no hay libertad no puede haber Amor, el Amor no es egoísmo, ni apego; el Amor no puede ser dominante o dependiente si es real ; el Amor debe ser libre.
El Amor no humilla ni avergüenza, el amor enaltece. Él es noble, no tiende trampas ni zancadillas. Quien ama ha de ser, por tanto, el mejor de los seres que pisan la faz de la Tierra ; no obstante, el amor mal entendido, hace a las personas crueles, cínicas, irónicas, trae por consecuencia, incomprensión, inseguridad, miedo, rencor, y en una escala mayor, todos los males que aquejan al planeta.
Entonces, si se supone es tan fácil amar, ¿por qué cuesta tanto?, ¿cuál es la causa del desamor?. Ya que el Amor es quien ama y no aquello que se ama, ¿cómo puede lo segundo ocasionar que el que ama extinga el Amor?, ¿o es que acaso el Amor no se ha extinguido y sólo se ha transformado?.
En fin, sabiendo que el Amor es la energía motriz de todo el Universo, y conociendo también que donde no hay Amor reinan las tinieblas,
¿Cómo podemos lograr la ABSTRACCIÓN DEL AMOR?"

El Tiempo sin tiempo
























Ha comenzado un nuevo año, un grano de polvo en el desierto del reloj de arena cósmico, una partícula apenas, pero tan significativa que es todo lo que tenemos. Tan importante que puede generar todo un cambio en el universo, que puede hacer la diferencia pues. Como todo inicio, nos obliga a replantearnos metas y propósitos, nos confronta con la balanza de las pérdidas y las ganancias, los crecimientos y los sacrificios.
Mi propósito particular será conservar la frescura de estos días y la voluntad de vivir el tiempo sin tiempo, el tiempo orgánico, no lineal, el tiempo de la pureza y la creación. Quienes me conocen saben que no es tarea fácil pues soy del tipo "fosforito", altamente inflamable, un poquito dragona y bastante felina.
Invito a quienes me lean a dejar a un lado aunque sea una vez al día todos los cronómetros y conectarse con lo que sea que tengan alrededor, descubrir lo inédito en la rutina de todos los días, ya sea el hogar, el tráfico, el trabajo, unos segundos serían suficientes si se hace con la intensidad apropiada, un sonido, una sensación, un sabor, una mirada, un recuerdo, el cielo, las formas de las nubes, una planta, es una hipótesis, pero estoy convencida de que si todos lo hiciéramos con perseverancia en poco tiempo obtendríamos resultados. Nada nos cuesta jugar...
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